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Bitacora de Vuelo del Capitan S.

El juego de las Escondidas

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y cualidades de los hombres...
 
Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por primera vez, la LOCURA, (como siempre tan loca), les propuso: “Vamos a jugar a las escondidas?”. La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: “A las escondidas y... Cómo es eso?”. “Es un juego”, explicó la LOCURA, “en al que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde 1 hasta 1.000.000, mientras Uds. se esconden. Cuando haya terminado de contar, los empiezo a buscar a uno por uno y el primero de Uds. que encuentre, ocupa mi lugar para continuar el juego.”
 
El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar... La VERDAD prefirió no esconderse, “Para qué?, si al final siempre la hallaban. La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto, (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiera sido de ella), y la COBARDIA prefirió no arriesgarse...
 
“1, 2, 3...”, comenzó a contar la LOCURA... La primera en esconderse fue la PEREZA que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que, con su propio esfuerzo, había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD no alcanzaba a esconderse porque cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para algunos de sus amigos: un lago cristalino, ideal para la BELLEZA, la hendida de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ, el vuelo de una mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD, una ráfaga de viento, magnífica para la LIBERTAD... Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró desde el principio un sitio muy bueno, ventilado, cómodo, pero por supuesto, sólo para él. La MENTIRA se escondió en el fondo del océano (mentira, en realidad, se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO, en el centro de los volcanes. El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió, pero eso no es lo importante...
 
Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores... “1.000.000”, contó la LOCURA y comenzó a buscar...
 
La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo, y a la PASIÓN y el DESEO, los sintió en el vibrar de los volcanes. En su descuido encontró a la ENVIDIA y pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo... él solito salió disparado de su escondite que resultó ser un nido de avispas. De tanto caminar, la LOCURA sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Con la DUDA resultó más fácil todavía, sin decidirse aún de qué lado esconderse... Así fue encontrando a todos. El TALENTO entre la hierba fresca, a la ANGUSTIA en una oscura cueva, a la MENTIRA detrás del arco iris (mentira... si estaba en el fondo del océano), y hasta el OLVIDO, que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio... La LOCURA lo buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito de escuchó... Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró y hasta prometió ser su lazarillo...
 
DESDE ENTONCES, DESDE QUE POR PRIMERA VEZ SE JUGÓ A LAS ESCONDIDAS EN LA TIERRA, EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA...

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