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Bitacora de Vuelo del Capitan S.

Carta de un futuro inmigrante, diario el Eco de Tandil, abril del 2002.

¿Qué será de los argentinos que se fueron? ¿Y de los que se están yendo ahora mismo? ¿Y de los que nos vamos a ir? Me pregunto qué imágenes se vendrán con nosotros. Hablo de los recuerdos, no los de la familia, sino de los otros, de los sociales: pienso en la música, en los barrios, en el fútbol, en el trabajo, en el queso y dulce.
los argentinos, ¿qué tenemos de común para agruparnos en el exterior? Cuando en algún bar, un músico de estas tierras arremeta con una chacarera, puede que los más jóvenes acompañen Zamba de mi Esperanza y en la segunda pieza claudiquen y pidan una de Ataque 77, que seguramente, sonará extraña a los mayores de cuarenta o a los salteños o a un cordobés, que gritará: una de Rodrigo, una de Rodrigo. Y los paisajes serán distintos en las memorias. Y el que fue obrero calificado no tendrá mucho de que hablar con el profesional, ni siquiera frecuentarán ámbitos similares. Y ya se sabe lo que pasa cuando se junta uno de Boca con uno de River.
Los argentinos formaremos muy pocas comunidades en el exterior. Alguna asociación tal vez, que se constituya, hipócrita y solidaria, cuando explote una nueva crisis. No habrá Asociación de Argentinos en el Exterior ni una Asociación de Nativos, ni nada parecido. Porque no es que el 2002 vaya a quedar como el año en que la Argentina se abortó un proyecto que estaba por parir un nuevo país. No nos engañemos, por lo menos eso, no nos engañemos. Ahora emigramos, con el eco de esas pobres cacerolas sonando y en nuestros oídos, repiqueteando, la frase: que se vayan todos. Una consigna tan vacía, tan falta precisamente de olor a destino, que asusta. Evoca, nada más que ojos repletos de rabia que no pueden distinguir, siquiera, un anhelo común diluyéndose en los confines de esa palabra que tan hueca nos suena: Patria.
No, detrás de eso no hay nada. Porque ¿antes del corralito? ¿Cuál era nuestro destino en común? ¿Este que vimos ayer, lunes 25 de marzo, la desesperación por comprar dólares a cuatro pesos? ¿Este de hoy, martes 26 de marzo, la locura amarga, especulativa, porque el dólar bajó a tres? ¿Desazón, porque los que se aprovechan de nuestro eterno escepticismo, ganaron en un día millones de dólares de la misma manera que antes nos robaron nuestros depósitos? ¿Angustia, porque fugazmente recordamos la re elección de Menem, la comodidad del crédito, la patria improductiva, cerrando los ojos al desempleo que ya hacía estragos, repitiendo una y otra vez como bobos qué bárbaro, ante cada hecho de corrupción que denunciaba Página 12? Ah, pero cierto, ¿ te acordás que todos decíamos, yo no lo voté? Fraude, seguro que hizo fraude.
No, los argentinos no seremos una comunidad con presencia en las sociedades donde nos insertemos. Si fuera de otra manera, nos quedaríamos, muchos de los que queremos huir no pasamos hambre todavía y tal vez, jamás la pasemos. Tampoco nos vamos con la idea de volver el día que un milagro de Dios de vuelta esta historia. Durante el justificado exilio que provocó la dictadura, muchos sí que se fueron pensando en volver, porque, decían, había un objetivo en común que fue quebrado por el asesinato y la tortura. Mentira. No regresaron ni la mitad. Allí anda Tomás Eloy Martínez, ganando suculentos premios literarios desde la comodidad de su piso en Nueva York. Allí está Osvaldo Bayer, augurando el advenimiento de la anarquía, desde la rigidez socio económica de la gran Alemania. Aún hoy, en este caos, ambos vivirían cómodamente en la Argentina. Pero están lejos, quizás porque como buenos escritores, intuyeron el corralito o porque quizás, a pesar de sus mentes brillantes, jamás pudieron responderse a la pregunta de otros muchos miles: ¿para qué volver?
Así somos, almas en pena que divagan en el limbo del mundo. No somos de acá ni seremos de allá. Creyendo que compramos el provenir. Parecidos a las ratas, olfateando el peligro, siempre preparados para huir.

a los que llegaron hasta aqui, les agradezco la lectura y les pido disculpas por no haber incluido mi comentario a este articulo que acabo de encontrar navegando x la red, prometo sin falta omitir opinion a la brevedad.

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